Querétaro suma 74 millones de visitantes en 4 años

Querétaro consolida su racha turística: cifras, contexto y oportunidades

Querétaro cerró su cuarto año de administración con un balance turístico difícil de ignorar: 74 millones de visitantes acumulados y una derrama económica superior a los 103 mil millones de pesos. A esto se suma una ocupación hotelera promedio de 64%, que refleja la recuperación y madurez del destino después de la pandemia. No es solo un dato para presumir; es un termómetro del dinamismo económico, la profesionalización del sector y el potencial del estado como polo para negocios, cultura y deporte.

Las cifras fueron presentadas por la Secretaría de Turismo de Querétaro ante la Legislatura local y han sido retomadas por medios especializados. En conjunto, muestran un ecosistema que combina promoción constante, conectividad en expansión y producto turístico diversificado. En otras palabras, la estrategia no solo atrajo visitantes; también activó cadenas de valor en hotelería, alimentos y bebidas, transportación, recintos para reuniones y proveedores de experiencias.

¿Qué hay detrás de los números?

Para explicar la magnitud del dato de 74 millones, hay que considerar que el conteo integra turistas, visitantes y excursionistas. Ese universo se alimenta de varios motores:

  • Turismo de negocios y MICE: Querétaro aprovecha su ubicación estratégica y su base industrial para atraer viajes corporativos, congresos y convenciones. Este segmento creció de forma sostenida y dejó un gasto promedio superior al de placer tradicional. La combinación de parques industriales, universidades y clusters genera un flujo continuo de visitantes que pernoctan, consumen y regresan.
  • Turismo de romance: El estado reporta un auge en bodas destino y eventos sociales, con crecimientos anuales destacados y una derrama multimillonaria. Esta tendencia se apalanca en haciendas, viñedos, pueblos con encanto y prestadores de servicios altamente especializados.
  • Oferta cultural y enoturismo: El Centro Histórico, los museos, las rutas del vino y el queso, y los festivales a lo largo del año dan contenido al viaje más allá de la pernocta. Este “tiempo extendido” ayuda a incrementar la estadía promedio y el gasto por visitante. (Contexto reforzado por comunicados y cobertura de medios locales).

Conectividad: la pieza que eleva el juego

La conectividad aérea y terrestre es un multiplicador. La expansión de rutas en el Aeropuerto Intercontinental de Querétaro y el anuncio de un nuevo vuelo internacional a Madrid para 2025 integran al estado a flujos turísticos y de negocios de mayor valor, acercándolo a mercados emisores europeos y reforzando la competitividad del destino. Para hoteles, recintos y operadores, este puente no es solo simbólico: eleva la probabilidad de atraer congresos internacionales, incentivos y ferias.

Impacto económico: más allá de la ocupación

La derrama de 103 mil millones de pesos en cuatro años significa empleo directo e indirecto, inversión en mantenimiento y mejora de propiedades, profesionalización de la cadena de valor y mayor recaudación fiscal. El gasto que llega a hoteles y restaurantes circula luego hacia proveedores de alimentos, transporte, logística, diseño, impresión, producción audiovisual y más. En un entorno de nearshoring y relocalización de empresas, el turismo se vuelve un aliado natural del desarrollo económico: ofrece calidad de vida, experiencias y marca ciudad, factores que ayudan a retener talento y a que ejecutivos y técnicos decidan establecerse en la región.

Retos: energía, movilidad y conservación del patrimonio

Las cifras récord abren retos que conviene abordar a tiempo:

  1. Movilidad y capacidad: con más visitantes y más eventos, es clave optimizar la movilidad urbana, el estacionamiento y los flujos peatonales, especialmente en el Centro Histórico y áreas de alta demanda.
  2. Sostenibilidad: mantener estándares ambientales en agua, residuos y energía es vital para que el crecimiento sea responsable y preserve la identidad del destino.
  3. Desarrollo de talento: la profesionalización debe continuar, con programas de hospitalidad, idiomas, revenue management y operación de eventos, para sostener la experiencia del visitante y la competitividad frente a otros destinos.

Abordar estos puntos garantiza que el crecimiento sea inteligente y de largo plazo.

¿Qué viene?

Con conectividad en alza, una base hotelera sólida y una agenda cultural intensa, Querétaro tiene margen para:

  • Especializar su oferta MICE con paquetes temáticos (tecnología, automotriz, aeronáutica, enoturismo).
  • Desarrollar productos que integren experiencias culturales, gastronómicas y deportivas en itinerarios “bleisure” (negocios + placer).
  • Potenciar rutas hacia mercados emisores prioritarios y alianzas con aerolíneas y OTAs para alargar estadías promedio.
  • Medición avanzada: profundizar en analítica de demanda, estacionalidad y gasto por segmento para dirigir inversiones con precisión.

Si la estrategia mantiene la ruta —promoción efectiva, conectividad, profesionalización y sostenibilidad—, el estado puede transformar estos resultados en una plataforma estable de crecimiento para toda la economía local.

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